LUCHA INTERNA

Cuando vivimos traumas y/o momentos traumáticos, una muerte, una perdida e incluso un cambio de sentido de la vida, la mejor manera de poder llevar dicha situación es no dejarte llevar mucho por tus sentimientos y racionalizarlo todo en la mejor medida y en la medida posible por supuesto. 

Cuando entramos en conflicto vivimos una lucha interna bastante dura, porque nos descubrimos, vemos de qué estamos hechos y eso si no eres o tienes una personalidad fuerte, dura, estable y no has trabajado tus miedos lo suficiente, y has salido bastante de tu zona de confort, no tienes interiorizado como comportarte, entonces cuando te pones a quitarle las capas a la cebolla de tu ser mas interno, desnudo, sensible y desconocido , no te das cuenta de que la cebolla no es una cebolla, sino no que es nada. 

Lo que quiero decir es que al vivir la lucha interna, intentar no venirnos abajo, entendernos, sacar fuerzas dentro de esa lucha, dejamos de saber por un tiempo (lo que dure dicha lucha), dejamos de saber quiénes somos.

Es una sensación extraña porque puedes romper tu rutina, te pueden cambiar los hábitos durante unas semanas, te dejan de importar cosas que antes no te importaban, creces y maduras internamente. 

El problema es que no estamos acostumbrados a vivir con grandes problemas y no estamos acostumbrados a salir de nuestra zona de confort, a veces simplemente la muerte de algún ser querido desestabiliza todo en nuestra vida, llegando incluso a cambiarnos por completo el rumbo de la nuestra, con eso está claro que cada vez que vivimos momentos malos son los mejores momentos que tenemos para mejorar nuestra personalidad y para conocernos, para saber de lo que realmente estamos hechos. 

Lo que sí que es cierto es que hay que intentar ser lo menos visceral posible, llevarlo todo con calma y sobre todo con tranquilidad, en las acciones que se tomen durante dichos días durante la guerra interna, porque al estar enfadados con nosotros mismos y con los demás hay que intentar no tomar decisiones importantes, no hay que tomar decisiones importantes cuando uno se ha dejado de llevar por sus sentimientos, si experimentas tristeza, ira, rabia, alegría etc. es importante no intentar cambiar cosas importantes, porque nos puede traer problemas, las decisiones importantes, si tan importantes son pueden esperar dos, tres, o cinco días y pensar las cosas tranquilamente. 

Tomar decisiones triste enfadado nos hace tomar siempre malas decisiones, el problema es que hay cosas que uno aprende demasiado tarde, ojalá y en el colegio o en la escuela nos enseñaran este tipo de cosas sobre nosotros mismos, a comprenderlos, a querernos, a ponernos en problemas, a salir de nuestra zona de confort, pero en un ambiente agradable, no como se hacía o se hace en el colegio, obligarte a salir de tu zona de confort para reírme de ti delante de todos tus compañeros de clase es un problema. 

Y es que cada vez nos conocemos menos porque cada vez estamos más a gusto dentro de nuestra zona de confort y no nos aventuramos ni siquiera pasar un día sin comer, pasando hambre. Sin presión no hay diamantes.